Obviamente todos quieren ver a todos jugar en el Mundial. No importa de qué latitud o nivel sean las selecciones, el principal premio que todos tienen al llegar a la Copa es la exposición que la misma representa. El primer domingo de actividades era más que interesante; el arranque del Campeón defensor, la Verdeamarelha y la gran sorpresa del torneo anterior eran protagonistas estelares del día del padre... por cierto, Feliz día del Padre atrasado para todos los amigos que están leyendo esto y ya ejercen este rol en sus vidas, espero haya sido un día satisfactorio.
Tan satisfactorio como el fútbol que se vio en suelo ruso. Partidos muy cerrados, en donde detalles fueron encaminando los resultados definitivos de la jornada. En términos generales todo fue una sorpresa, tanto para bien como para 'mal'. Por estos lares el Mundial arranca a las 7 de la mañana, lo que para un día domingo representa un verdadero reto. Pero para alguien que no durmió desde la noche del jueves para ver el sábado en la madrugada a Francia, las horitas de descanso previas al debut de los ticos fueron más que beneficiosas para el cuerpo. Lo que uno hace por amor a la Copa.
Costa Rica 0-1 Serbia
El caballo negro de la pasada edición mundialista pretendía mantener un estilo de juego al contragolpe con algunas variantes incorporadas, las más importantes sin lugar a discusión residen en las limitaciones lógicas por la edad de muchos jugadores que fueron pilar en aquella justa brasileña. Mientras los serbios llevaban toda la carga del compromiso, los centroamericanos se dedicaban a pescar el error rival en los últimos 40 metros de cancha, donde Bryan se encargaba de poner el peligro con distribuciones en profundidad.
Sin embargo, esa pasividad le pasó factura ante un adversario curiosamente lento. A pesar de la pobre capacidad de definición y un ralentizado ritmo para la conducción del balón, en el medio sector dieron cátedra de cómo se protegen espacios, y claro, si tienes a Milinkovic-Savic junto a Matic es bastante complicado poder hacer mella sobre esa zona. Aunque la acción del soberbio tiro libre por parte de Kolarov era bastante claro en que se consumó como una jugada de otro compromiso, las sensaciones que dejaron los europeos sobre el terreno hacen imposible discutir el resultado.
Alemania 0-1 México
Luego del sorteo se veía bastante claro que tanto el Campeón defensor como el grande de la Concacaf eran los máximos candidatos a llevarse el sector y que en la inauguración del mismo iban a ofrecer un partido vibrante, pero lo que terminó por ocurrir absolutamente nadie lo podía prever. Los teutones salieron a la cancha siendo demasiado imprecisos con la distribución de la pelota, en la presión por parte de la contención, así como en la coordinación de movimientos en la zaga central, situaciones anormales que sólo se pueden ver en el Mundial.
México tomó ventaja de las facilidades otorgadas por el rival, congeniándose con el excelso trabajo de un equipo inspirado. La entrega de Héctor Herrera, la celeridad con la que Chicharito incomodaba a la pareja de centrales rival o la profundidad que tuvo Layún por el sector derecho para atacar y defender se puede estipular que es para los pupilos de Juan Carlos Osorio el triunfo fue muy bien merecido y no se cuajó en un estilo amarrete sino todo lo contrario, teniendo inclusive la posibilidad de aumentar el marcador de haber tenido mucha más claridad adelante.
Brasil 1-1 Suiza
De hace mucho los queríamos ver. Un torneo que tantas cabezas grandes había tumbado en el transcurrir de los días necesitaba que por lo menos uno de los favoritos rindiese, para mantener la salud mental de prácticamente todos. Sin embargo, no fue así. Los primeros instantes del partido fueron interesantes por toda la movilidad que los tres ubicados (Coutinho-Neymar-Willian) atrás de Gabriel Jesús. Para el primer tiempo, todas las cosas que se comentaban de este equipo parecían no estar lejos de la realidad.
El complemento, una historia aparte. Se fue apagando la llama sudamericana cuando los suizos se volvieron más férreos en el centro con la mancuerna Xhaka-Behrami, impidiendo movimientos del '10' y superando en galones a un Casemiro lejos de su mejor versión en cuanto a cobertura de espacios se refiere. Al desconectar la delantera brasileña, los últimos minutos parecieron un acuerdo de no agresión y sobre todo conformismo con lo obtenido, algo inadmisible para Brasil. El conjunto helvético es un siempre complicado rival, pero lo que genera un equipo por sus jugadores, pasado reciente o historia, siempre se termina convirtiendo en una pesada maleta, una molesta carga.
Tan satisfactorio como el fútbol que se vio en suelo ruso. Partidos muy cerrados, en donde detalles fueron encaminando los resultados definitivos de la jornada. En términos generales todo fue una sorpresa, tanto para bien como para 'mal'. Por estos lares el Mundial arranca a las 7 de la mañana, lo que para un día domingo representa un verdadero reto. Pero para alguien que no durmió desde la noche del jueves para ver el sábado en la madrugada a Francia, las horitas de descanso previas al debut de los ticos fueron más que beneficiosas para el cuerpo. Lo que uno hace por amor a la Copa.
Costa Rica 0-1 Serbia
El caballo negro de la pasada edición mundialista pretendía mantener un estilo de juego al contragolpe con algunas variantes incorporadas, las más importantes sin lugar a discusión residen en las limitaciones lógicas por la edad de muchos jugadores que fueron pilar en aquella justa brasileña. Mientras los serbios llevaban toda la carga del compromiso, los centroamericanos se dedicaban a pescar el error rival en los últimos 40 metros de cancha, donde Bryan se encargaba de poner el peligro con distribuciones en profundidad.
Sin embargo, esa pasividad le pasó factura ante un adversario curiosamente lento. A pesar de la pobre capacidad de definición y un ralentizado ritmo para la conducción del balón, en el medio sector dieron cátedra de cómo se protegen espacios, y claro, si tienes a Milinkovic-Savic junto a Matic es bastante complicado poder hacer mella sobre esa zona. Aunque la acción del soberbio tiro libre por parte de Kolarov era bastante claro en que se consumó como una jugada de otro compromiso, las sensaciones que dejaron los europeos sobre el terreno hacen imposible discutir el resultado.
Alemania 0-1 México
Luego del sorteo se veía bastante claro que tanto el Campeón defensor como el grande de la Concacaf eran los máximos candidatos a llevarse el sector y que en la inauguración del mismo iban a ofrecer un partido vibrante, pero lo que terminó por ocurrir absolutamente nadie lo podía prever. Los teutones salieron a la cancha siendo demasiado imprecisos con la distribución de la pelota, en la presión por parte de la contención, así como en la coordinación de movimientos en la zaga central, situaciones anormales que sólo se pueden ver en el Mundial.
La dificultad que tuvieron Hummels y Boateng para competir en el cuerpo a cuerpo con Chicharito resumen cómo se vivió el partido.
México tomó ventaja de las facilidades otorgadas por el rival, congeniándose con el excelso trabajo de un equipo inspirado. La entrega de Héctor Herrera, la celeridad con la que Chicharito incomodaba a la pareja de centrales rival o la profundidad que tuvo Layún por el sector derecho para atacar y defender se puede estipular que es para los pupilos de Juan Carlos Osorio el triunfo fue muy bien merecido y no se cuajó en un estilo amarrete sino todo lo contrario, teniendo inclusive la posibilidad de aumentar el marcador de haber tenido mucha más claridad adelante.
Brasil 1-1 Suiza
De hace mucho los queríamos ver. Un torneo que tantas cabezas grandes había tumbado en el transcurrir de los días necesitaba que por lo menos uno de los favoritos rindiese, para mantener la salud mental de prácticamente todos. Sin embargo, no fue así. Los primeros instantes del partido fueron interesantes por toda la movilidad que los tres ubicados (Coutinho-Neymar-Willian) atrás de Gabriel Jesús. Para el primer tiempo, todas las cosas que se comentaban de este equipo parecían no estar lejos de la realidad.
El complemento, una historia aparte. Se fue apagando la llama sudamericana cuando los suizos se volvieron más férreos en el centro con la mancuerna Xhaka-Behrami, impidiendo movimientos del '10' y superando en galones a un Casemiro lejos de su mejor versión en cuanto a cobertura de espacios se refiere. Al desconectar la delantera brasileña, los últimos minutos parecieron un acuerdo de no agresión y sobre todo conformismo con lo obtenido, algo inadmisible para Brasil. El conjunto helvético es un siempre complicado rival, pero lo que genera un equipo por sus jugadores, pasado reciente o historia, siempre se termina convirtiendo en una pesada maleta, una molesta carga.
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