Recuerdos de una tarde fabulosa en Buenos Aires, recuerdos de un gol de antología en Marsella, recuerdos de un insípido duelo en Frankfurt... Recuerdos y más recuerdos vienen a la mente cuando uno habla de una ya tildado clásico en Mundiales. No se pueden ver en la calle un argentino y un holandés sin hablar de fútbol, es complicado, pero es lo lindo de este deporte.
Las semifinales de una Copa del Mundo por cosa tácita tienen que ser memorables, disputados, agónicos, pero sobretodo, con fútbol, mucho fútbol... Fútbol del bueno.
Sao Paulo estaba preparada para la celebración del mejor nivel de fútbol posible, vamos, Holanda y Argentina, dos países que son exponentes impresionantes de este deporte tenían que dar mucho, dejar mucho en la cancha; además claro de todas estas expectativas generadas luego del aluvión de goles que tuvieron lugar en el Mineirao el día anterior.
Las expectativas al final no pasaron de ser expectativas, visualmente fue un partido muy gris para todos los que afrontaron con buena disposición a ver un partido de los buenos en la Copa del Mundo, pero que no llegó a ocurrir.
Pocos remates a portería y una disputa interminable en el centro de la cancha fue lo que terminó ocurriendo en Sao Paulo, realmente se dejó de un lado el espectáculo para centrarse en un juego táctico, no psicológico, pero sí muy táctico, donde ni los pequeños detalles hicieron la diferencia. Podría decirse que lo visto se pareció mucho a una partida de ajedrez, complicado, ciertamente aburrido, pero lleno de preguntas y sorpresas para aquel que lo entiende.
Sabella y van Gaal se sentaron a jugar una partida de ajedrez en Sao Paulo.
Del lado holandés las cosas no salieron del todo bien para van Gaal, apostó al 5-3-2 que buenos resultados brindó durante todo el torneo y no se vio del todo cómodo, hablando de ciertos detalles, hay que enfatizar en la facilidad con la que se vio afectada la banda izquierda, cuando Martins Indi y Blind fueron blancos fáciles para atacar. En el centro de la cancha se cometió un grave error en hacer ingresar a De Jong, que se le vio limitado a comparación de lo que es su habitual juego, no estaba recuperado. Arriba, van Persie constante en nula ayuda a los compañeros como Robben y Sneijder que lo intentaron de todas partes y nunca encontraron la manera.
Vlaar, the wall
Los cuatro más atrasados, el portero y el trío de centrales a pesar de ser los más expuestos fueron los mejores en cancha de Holanda. De Vrij no perdió ningún balón en su posición, Cillessen cumplió dentro de todo y los penales que son verdaderamente complicados... Pero el hombre de la noche agridulce para los tulipanes sin duda alguna fue Ron Vlaar. El central del Aston Villa tuvo la difícil tarea de ser la sombra de Leo Messi, y cumplió en su totalidad; no dejó respirar al astro argentino y por arriba como de costumbre fue muy correcto... Una verdadera muralla.
En líneas generales a lo que aspiraba van Gaal estaba teniendo sus resultados, pero es muy difícil ganar un partido cuando el primer tiro serio llegó en la reposición del partido. Se habla mucho de los cambios, pero realmente el verdadero error fue el planteamiento tan mezquino con el fútbol, lo dije alguna vez por una de estas redes sociales, el resultadismo me enferma.
El vecino de enfrente, ante la posibilidad de que un contragolpe mortal de Robben finalizara con las aspiraciones de volver a una Final 24 años después encendió las alarmas de Sabella desde la previa del partido. Un planteamiento que mostraba una cosa pero que en el campo fue un 4-4-2 supo quebrantar ligeramente lo planteado por los naranjas, que en su momento fijó una línea de seis en el fondo. Alucinante para ser una semifinal de Mundial.
Tripleta de héroes
Parece curioso que de cara al Mundial se hablaba de la mancuerna Messi-Aguero-Higuaín... Al final, remitiéndonos a este partido directamente, la tripleta heroica fue conformada por otros personajes.
Muchos no lo comentan, pero el partido de Ezequiel Garay confirmó la gran forma en la que ha estado durante la Copa del Mundo, su juego impecable ante Robben, a manera de pregunta, ¿Hizo olvidar a los caídos de la convocatoria albiceleste? Parece difícil y las discrepancias son muchas. El nuevo defensor del Zenit se complementó muy bien con Demichelis para salir jugando con el balón siempre y complicar la vida al medio sector holandés cada vez que llegaba a esa parte la esférica.
Además de Garay, se hace prudente nombrar a los dos más valiosos del partido ayer: Sergio Romero y por supuesto, Javier Mascherano. El portero del seleccionado argentino atinó la dirección de los lanzamientos de Vlaar y Sneijder para dar la definitiva clasificación a la Final, sus reflejos han acallado la boca de quienes en su momento, incluyéndome, no veían viable la participación en la titularidad de un portero que pocos minutos tuvo en su club esta temporada. Callando las bocas Romero.
Hoy, hoy te convertís en héroe.
El director de la fiesta sin duda es el Masche, quien hizo de todo en este partido, hasta sufrir por ciertos lugares donde nadie quiere. Él, Mascherano.
El partido distó mucho de lo esperado en las semifinales en un Mundial, pero es el ejemplo de lo que con determinación se pueden hacer las cosas muy bien. Y también, Argentina llevó el plus de tener a un verdadero jefe, un líder que cualquier equipo envidiaría tener.