Las gradas, el reloj y Hart


Este domingo se disputada el primer derby de Manchester en el Old Trafford de la temporada 2015/16. Más allá de la rivalidad conocida y ferviente de dos equipos en una misma ciudad, la punta de la clasificación general estaba en disputa, independientemente de lo que ya había hecho el Arsenal el sábado, conjunto que sumaba de a tres y cerraba una gran semana.

Ambos equipos salían a la cancha con el mismo estilo de juego, dos contenciones y tres jugadores de desborde/generación detrás del único jugador en punta. Había una particularidad en la alineación del conjunto local, por el hecho de tener a Martial como extremo por izquierda y de punta a Rooney, en una muestra clara, junto a lo que se ha declarado en las últimas semanas, de que Lucho ya le ha perdido la confianza a Memphis.

El visitante presentaba un equipo estelar como era de esperarse, pero con seis bajas sensibles y un banquillo repleto de jugadores defensivos que le dejaba a Pellegrini un panorama en el que sólo podía decidirse por una de dos posibilidades: salir a definir el partido rápidamente o ahorrar energías para una segunda mitad donde inevitablemente se defendería. Desafortunadamente prefirió la segunda.

Se fue desarrollando el partido y a medida que transcurrían los minutos, las acciones dejaron en claro que sólamente hubo tres protagonistas, protagonistas que no se ligaron en su totalidad a los 28 jugadores que vieron acción durante la tarde de Manchester.

I. Las gradas
Mark Clattenburg pitaba el inicio del compromiso en el campo de los sueños. Los primeros minutos siempre son complicados, esto se entiende, pero a medida que transcurría el partido no se veían posibles escenarios en que se des-complicara. La ausencia de aproximaciones clara a las porterías, la lógica indicaba que se debería a una férrera disputa del balón, pero lo cierto es que el balón circulaba por los costados hasta línea de fondo, pero de ninguno de los dos lados los extremos conseguían encarar con éxito a los defensores.

Llegó un punto en el que en vez de hacer grandes recorridos frontales, los equipos recuperaban la pelota y le daban más protagonismo a sus jugadores de la contención, pero el juego era totalmente horizontal y con paulatinos progresos. Esto evidentemente bajó el nivel de partido a un punto tan crítico que en la primera mitad no hubo un sólo tiro a las porterías de De Gea y Hart. 

¿Cómo esto no causaba ganas de apagar la televisión o hacer zapping entre el resto de ligas y partidos que se disputaban a la misma hora? Habían suficientes elementos para desistir de ver el compromiso en la primera parte, pero el color del estadio hizo tal peso que era imposible dejar de presenciar y escuchar lo que sucedía. Dos aficiones bastante entregadas, que si a eso se le incluye el elemento de la rivalidad, ofrecía un coctel de emociones que a veces no se valoran en el fútbol.

II. El reloj
El complemento iniciaba y la tónica era la misma: circulaciones horizontales con aproximaciones tenues, pero con algo más de iniciativa por parte de los Red Devils, que al menos supieron romper esa circulación de un costado a otro, aunque sin resultados plenamente eficientes.

Cuando el conjunto ciudadano recuperaba el esférico en el centro del campo encontraba mucha dificultad para hacer que De Bruyne, Sterling y Navas pudiesen dirigir ataques por los costados con miras a la portería rival, esto significó un cambio de mentalidad más conservadora, donde Kolarov circulaba hacia un costado con Kompany, este con Otamendi y posteriormente Sagna, llegando a triangular con compañeros metros más adelante, pero de ahí absolutamente más nada.

Un partido transcurre rápido cuando es movido, pero cuando hay un exceso de pasividad como en éste lo lógico es que los minutos se hagan eternos. A pesar de esta premisa, en un parpadeo pasamos del minuto 46 al 71; los largos recorridos del United por los costados probablemente hicieron posible que el reloj se fuese más rápido de lo que uno podría especular.

III. Hart
Dentro de la escasa emoción que generaba el juego, era innegable que el Manchester United era superior en cancha, ya que tenía el balón y a pesar de no tener éxito en cuanto a ocasiones generadas se veía mejor en cancha, esto en parte gracias a la buena labor de Martial por el costado izquierdo, así como de Ander Herrera como mediapunta e inclusive de Rojo que rompía las pocas aproximaciones rivales para dar pie a carreras por los costados.

Van Gaal entendió que necesitaba más empuje adelante para aprovechar las circunstancias, por lo que hizo ingresar a Jesse Lingard por Mata. Pellegrini por su parte tuvo que usar de lo escaso en su banquillo y hacer un cambio tan llamativo como el de Yaya por Demichelis. El reloj seguía corriendo rápido y no había cambio alguno.

En el lapso de los últimos diez minutos el conjunto local tuvo una ocasión clara de gol cuando Lingard recibió un buen balón por alto y remataba de manera complicada, terminando la pelota por encima de Joe Hart. Posteriormente en una jugada de córner, Smalling tuvo un remate que parecía el gol definitivo del compromiso, pero el guardameta inglés hizo una atajada memorable dentro de la jornada inglesa, acabando con la ocasión más clara de un partido donde si acaso hubo tres en total.

Finalizaron las acciones en Manchester con un empate sin goles muy lejos de lo esperado, en donde se podría cuestionar el rendimiento de Rooney, Yaya, De Bruyne y de una cuantía mayor de jugadores que decepcionaron en lo que debía ser uno de los compromisos inolvidables de la temporada 2015/16. Lamentablemente, no fue así.
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