Sin perderse


Hace algunas semanas atrás tuvimos la oportunidad de presenciar la presentación de Américo Gallego como seleccionador de Panamá. En las palabras del técnico se dejaba a entrever, a criterio de este servidor, muy claro que las referencias existentes del fútbol panameño eran pocas y las que se tenían eran de un periodo de tiempo bastante reciente; esto no debe interpretarse como una acotación mala para o algo por el estilo, en realidad es bastante comprensible asumiendo el contexto: casi cinco años sin entrenar y claro, la poca relevancia que presenta para el cono sur del continente el fútbol de Concacaf. De igual podríamos decir que era positiva esa desinformación, ya que la misión puntual del nuevo seleccionador consiste en rearmar la plantilla.

Sensaciones encontradas se daban con que la primera prueba fuese la selección de Bermudas. Positivas porque si necesitas resultados inmediatos sin haber podido contar con el tiempo suficiente de trabajo, en definitiva el cuadro caribeño es el oponente ideal. La otra cara de la moneda reside en el nivel de coherencia con el que se pudiese sacar, ya que las emociones -como suele pasar en estos lares- se desbordan en una avalancha de triunfalismo que en lo absoluto aporta a la valoración del compromiso. Cuestión de saber o querer interpretar las cosas en su justa dimensión.

Juego en suelo caribeño y el Tolo salió con un 4-4-2 con tendencia a variar en un 4-2-3-1 dado que uno de los delanteros estaba llamado a hacer movimientos sin balón necesarios para que se gestaran mejores incorporaciones de los jugadores que llegaban por los costados, siendo este el caso de Gaby Torres. Fuera de la sorpresa que representaba la titularidad de Botello en el medio sector, llamó bastante la atención esa decisión de incluir a Fidel Escobar en la medular; aunque a muchos -incluyéndome- gustaría la idea de tenerle más en una posición más retrasada del campo, es muy evidente que el estratega argentino quiere sacarle jugo a la buena capacidad de distribución que tiene Fidel.

¿Por qué nos gustaría ver a Escobar en defensa? Justo por los motivos que nos dio la forma en que se desenvolvió Bermudas en fase ofensiva. Panamá sufrió con la verticalidad del local más veces de lo que nos gustaría admitir, propiciado esencialmente por clásicas falencias que se generan por la naturaleza de juego de nuestros laterales, los cuales acostumbran adelantar demasiado las líneas (Murillo principalmente) y descompensan el retroceso del equipo. Estábamos siendo claramente castigados por la velocidad de unos extremos con buen oficio, pero muchas veces de pésima ejecución. Quién sabe, algo más de criterio a la hora de asociarse en el último tercio de la cancha y a lo mejor las sensaciones post partido eran otra historia muy distinta.

Las facilidades que paulatinamente se iban desnudando con el pasar de los minutos se fueron uniendo con la correcta lectura del partido de algunos nombres como Alberto Quintero, figurando con dos asistencias y un amplio dominio de su parcela, pudiendo controlar un espacio importante como volante de llegada bastante dispuesto a hacer coberturas en el centro del campo. Bermudas no pudo mantener su estructura luego del gol que rompía el empate y todo en pos fue naufragio para ellos. Este domingo la revancha es en el Rommel Fernández y se ve muy complicado un accionar distinto; caer dentro del Triángulo de las Bermudas finalmente no ha representado un examen imposible para los pupilos de Gallego, o al menos por ahora.

No hay comentarios

Publicar un comentario

© all rights reserved
Mano en el Área 2025