Maquinarias de momentos


Estamos a poco menos de un día para que arranquen las semifinales de la Champions League. No es el momento ni texto para hacer un balance general de la temporada, el cual cada uno tendrá su distinto termómetro para la misma, pero creo que todos estamos de acuerdo con que ha llegado uno de los partidos más esperados de todos. La ronda que se da como antesala a la gran final a nadie deja indiferente. Puede que los equipos de muchos ya han dicho adiós a la competencia, pero saber quién será el nuevo monarca del viejo continente a nivel de clubes es la pregunta que todo fanático del fútbol quiere saber. Antes de desarrollar las ideas, es pertinente aclarar que la imagen correspondiente a cada previa es la del equipo local de turno, para que no especulen con mis favoritismos... aunque en realidad lo pueden hacer, para ello la libertad de pensamiento.

Durante las últimas semanas el fútbol nos ha dado nuevas señales de su imprevisión y magia, con partidos que han cambiado percepiones que parecían difíciles de contra argumentar. Esto nos deja la enseñanza de que es muy difícil, para no decir imposible, preveer el destino de un torneo o conjunto en general. Eso es lo que hace tan especial a este deporte, sin embargo, la posibilidad de entender circunstancias determinantes que se puedan presentar en un partido es el elemento fundamental para sentarse frente al ordenador a escribir un texto como este.

Para la primera semifinal tenemos un encuentro de alto calibre por todos los millones de dólares que circularán en el engramado del estadio Etihad, e inclusive en las respectivas bandas. Muchos dicen que el dinero no te compra la felicidad, pero sí jugadores para armar al equipo de tus sueños, que poniéndolo en perspectiva con algunas otras cosas, termina siendo lo mismo. El Manchester City es uno de los equipos parte del sueño de los petrodólares en imponer condiciones en un mundo de negocios bastante distinto a su habitual, pero que de momento es el único que ha tenido un éxito plenamente palpable, ahora mucho más con la llegada a esta ronda.
Muchos dicen que el dinero no te compra la felicidad, pero sí jugadores para armar al equipo de tus sueños, lo que termina siendo lo mismo. 
De los cuatro clasificados a esta instancia, el equipo dirigido por Manuel Pellegrini es que menos estela de candidato al título tiene, pero esto no debe relajar a ningún adversario. Con la irregularidad como bandera en esta campaña, los citizens están cerrando con contundencia los partidos del último mes y medio, donde no los han ganado todos, pero en donde dan prueba de la eficacia de un equipo que tiene unidades más que interesantes, las cuales dan ritmo y coherencia al vértigo de este equipo.

Esa coherencia se la deben principalmente al gran complemento que le representa Kevin de Bruyne a pilares de juego a ras de suelo como David Silva o Yaya Touré, quienes si se encuentran cómodos y con espacios para marcarse los movimientos para los pases, darán mucho de que hablar. Como estandartes de igual magnitud están, obviamente, la portería y la cuota goleadora. La confianza de Joe Hart contagia buenas sensaciones al equipo, del cual ha sido el Kun Aguero quien mejor ha absorvido esto; recuperado al 100% (aparentemente) de sus traumantes lesiones, de cara a la portería viene siendo un absoluto dolor de cabeza en las últimas semanas, algo que espera mantener de cara a este encuentro.

Pero, siempre hay un pero. A Pellegrini nunca le ha gustado jugar a la defensiva, pero está claro que de vez en cuando hay que ensuciarse las manos. Además de ensuciarse, le toca embarrarse por completo, dado que al tener menos tiempo el balón en posesión existe un riesgo exponencial de tener que depender de una defensa que ha visto desfilar esta temporada a limitados futbolistas como Nicolás Otamendi y Eliaquim Mangala, quienes han causado que se extrañase mucho más a Vincent Kompany en los lapsos de campaña en las que ha estado lesionado.

Teniendo un grado alto de exposición por una endeble defensa, pensar en recuperar la pelota o siquiera calmarla en el centro del campo se estipula como la solución más lógica... pero al ver la dupleta conformada por Fernandinho y Fernando, este último con un precio del cual todavía espero una justificación válida, ofrecen muchas facilidades a los rivales por su falta de visión de campo, así como de capacidad para hacer frente a rivales difíciles en un sector tan delicado de la cancha.

Vivir en el pasado y el presente es algo que con toda tranquilidad puede hacer un equipo como el Real Madrid, el cual llega a este emparejamiento como favorito para hacerse con un puesto en la final de Milán. En dos lapsos de tiempo se puede encontrar a la vez el conjunto merengue: haciendo memorias de la tan anhelada Décima y a la vez sosteniéndose en los argumentos deportivos y extra deportivos que un mito del club como Zinedine Zidane le puede aportar. Una plantilla que ha vivido sinsabores grandes a lo largo de la temporada demuestra que los libretos se dejan para cualquier otra cosa, menos para el fútbol que es impredecible.
Una plantilla que ha vivido sinsabores grandes a lo largo de la temporada demuestra que los libretos se dejan para cualquier otra cosa, menos para el fútbol.
El inexperimentado estratega francés llegó para salvar al equipo de los deslices de Rafa Benítez, y a pesar de las múltiples dudas que demuestre, es innegable que ha cumplido en la medida de sus posibilidades. Ni siquiera los diversos problemas físicos que ha tenido la plantilla han sido excusa para que la contundencia, el juego colectivo e inclusive el orgullo terminen resolviendo escenarios complicados y le den vida a este equipo todavía a un doblete impensado hace tres meses.

A diferencia de la mayoría de los equipos mortales, el conjunto madrileño no necesita enfocarse plenamente en una generación escalonada y bien asegurada de fútbol para crear ocasiones, puesto que puede apelar a la solvencia con la que figuras individuales pueden marcar la diferencia en cuestión de segundos, siendo Karim Benzema junto a Cristiano Ronaldo los principales exponentes de esto. Muchas veces no se pondera el trabajo del delantero galo, pero es el mejor compañero que CR7 pueda tener, dado que siempre marca las direcciones de los pases y complementa muy bien las jugadas.

Estos y muchos otros pilares tiene el Madrid. Sin embargo, un equipo con vasta pegada presenta sus falencias. Una constante que no se menciona cada vez que este equipo golea es su gris forma de hacer transiciones defensa-ataque por vía terrestre, demostrando imágenes no tan ideales de Luka Modric y Toni Kroos; primordialmente las salidas blancas se dan por cambios de juego prolongados o balones nacidos de robos rápidos, algunos de ellos provenientes de jugadas de contragolpe.

Una muy dubitativa defensa es la carta de presentación también del conjunto blanco. Que el costarricense Keylor Navas sea uno los pilares de esta campaña del Real Madrid por sus ya habituales salvadas casi imposibles genera ciertas alarmas que los goles arriba silencian. Cuando debería haber una mejoría en su juego, Pepe y Raphael Varane se muestran débiles a la hora de hacer coberturas prudentes, teniendo claras deficiencias igualmente con los balones que juegan a espaldas de los mismos; falencias que sólo Sergio Ramos puede maquillar con su constante labor.

Va a ser un duelo interesante sin duda, en donde no puedo dejar de ver al conjunto español como favorito. Este primer duelo será interesante no sólo por el resultado claro está, sino por ver con detenimiento cual de estas dos máquinas de goles (no de fútbol) puede aprovechar mejor el momento que atraviesan.
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