Comprobamos ese supuesto popular de que no puedes odiar a Heung-Min Son hace unos años en aquella fatídica semifinal de Champions League ante el Ajax... es que ni ante la amargura de un resultado traumático pudo haber sido siquiera considerada la idea de tener sentimientos nocivos contra un futbolista al que siempre le deseas todo lo bueno.
Siendo testigos y víctimas -dependiendo del contexto- del paso del tiempo, ha tocado de cara al arranque de la temporada 2025/26 aceptar un supuesto amargo como puede ser la despedida del delantero surcoreano de la élite del fútbol para probar suerte en la MLS de los Estados Unidos. Una decisión que a claramente envidiar por la posibilidad de vivir en Los Ángeles, no se puede catalogar de ninguna otra manera que no sea un bajón para todos los románticos de la pelota.
No cabe la menor duda que la última temporada de Son con los Spurs se vio condicionada por el paso del jugador en la enfermería, lo que hace entender su decisión de dar el paso al costado del máximo circuito futbolístico, pero eso no conlleva que el anuncio haya sido algo que se hubiese esperado escuchar en el corto tiempo ni mucho menos.
Es que con Son en la cancha daba la sensación que todo era posible. Ruud van Nistelrooy no se equivocó con aquella publicación en sus redes cuando en su paso por el Hamburgo compartió vestuario con un futbolista al que ''había que tenerle cuidado'' por allá en el 2011... un verdadero genio con la pelota pegada a los pies y, obviamente, mucho más con espacios para recorridos profundos.
De la misma manera que le ha sucedido en cierta medida a Kanté, la opinión pública pondera mucho más la imagen de personaje sencillo y carismático que la de artífice de poesías dentro del engramado, lo que es totalmente injusto en ambos casos; cierto es que el fútbol es un espectáculo que vive del recuerdo fresco para no perder relevancia, pero no es justo pensar de esa manera con quienes han sabido llevar al siguiente nivel a equipos que no parecían poder lograrlo.
Siempre, por lo menos a criterio muy personal, esperamos que llegase el salto de calidad a un equipo de mayor prestigio y exigencia que los Spurs para Sonny, pero nunca se dio porque este quiso que este club pudiese entrar dentro de esa etiqueta de grandeza. Aunque nunca logró satisfacer los objetivos de esa misión (pensando en que el año que logran un título internacional no fue protagonista) no cabe la menor duda que fue un diferencial que hizo por mucho tiempo mirar a su equipo de forma distinta.
Conformar una de las parejas de delanteros más prolíficas de todos los tiempos en el fútbol inglés con Harry Kane no tiene precio, sobre todo en un equipo que nunca ganó el título doméstico. Esto podría verse como algo negativo para ambos protagonistas, pero sería mucho más prudente asegurar que esto habla de forma despectiva es de la institución que de dos estrellas que dieron de más para los del norte de Londres.
Se hace bastante doloroso reconocer y aceptar la decisión del delantero de probar suerte en otras latitudes menos exigentes, pero a la vez no podemos dejar de entender que Sonny se ha ganado el privilegio de decidir hasta donde puede llegar. Una recompensa tras todos los años de espectacularidad dentro de la cancha.
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