La exhibición ante Francia supuso una enorme vitrina para que, de una vez por todas, el proyecto de Ronald Koeman en la selección holandesa reciba el interés de todo el mundo del fútbol. Sin embargo, siempre he sido fiel creyente de la teoría que todas buenas 'ideas' futbolísticas en cuanto a conjuntos nacionales se consagran o no después de medirse a Alemania, en partidos oficiales claro. No importa el momento, las circunstancias que se palpiten alrededor de la pelota, ni siquiera el momentum del combinado teutón, el cual pocas veces se puede percibir como malo a primera vista. Si hay alguien que entiende esa realidad es Holanda, ya que el desarrollo de la vida enfrentándose cara a cara ha dejado mayormente perjudicado a la memoria tulipán.
Y en efecto, el equipo alemán con el transcurrir de los minutos fue desnudando falencias con tanta facilidad que se fue con dos goles de ventaja mucho antes de la media hora de partido. Sané y Werner dispusieron de mucha velocidad para descolocar por completo a la pareja de centrales holandeses, que en cada desborde dejaban parcelas de espacios dentro del área chica que en su mayoría no fueron aprovechados. Para el complemento el entrenador lo entendería perfectamente al cambiar de posición a De Jong. Frenkie pasó del medio a la defensa para contrarrestar el tridente del local, teniendo resultados positivos y además muchas mejores salidas con pelota dominada desde la zaga. Alemania le bajó el acelerador, cosa que terminó pagando con defender en sectores mucho más cercanos a la portería de Neuer.
Aunque el criterio con el que la pelota circulaba desde la última línea, no se puede negar que también hubo muchas fases del encuentro que se hizo más preciso el empuje colectivo mezclado con un poco de lapsos individuales con iluminación. Fue en ese momento donde por fin lo pude creer. El proyecto tiene mucho potencial para concretar objetivos; si en un momento de casi inicio del mismo existe una dinámica tan armoniosa como la que posee este equipo, los próximos años vaticinan interesantes posibilidades. Hay que contar siempre con argumentos diversos al estilo de juego lírico, sea cual sea la circunstancia del partido. Muchas de las cualidades necesarias para cumplir con estas ideas se adquieren durante el trabajo constante, habrá que esperar a que todos mantengan ritmo de competencia, sea donde sea que jueguen.
Me causa mucha risa que durante el Mundial de Brasil hablamos un poquito de Koeman en referencia al funcionamiento del conjunto dirigido por Van Gaal en aquel junio. Ahora que ha asumido el puesto, ha podido establecer con claridad sus pretensiones en el cargo, las cuales van muy en serio. Claro está, también es necesario contar con una camada de futbolistas muy interesante, la cual carente aún de madurez plena, está encaminada a marcar tendencia. Desde la base del Capitán, pasando por la juventud de De Ligt, o llegando hasta el desequilibrio de Memphis, el cual ha demostrado aprender de las vicisitudes del pasado para establecerse como referente. Los rompimientos del delantero aportan tanta profundidad a una Holanda muy centrada en su juego.
Foto: UEFA
No hay comentarios
Publicar un comentario