Noche tras noche los corazones de millones de chilenos vibran al unísono por los compromisos en una Copa América que debía ser aprovechada por el conjunto local para, de una vez por todas, saborear lo que significa realmente la gloria para un equipo de Sudamérica; la emoción de vencer a los rivales más acérrimos, situación únicamente superable por la Copa del Mundo.
Para esta complicada tarea los dirigidos por Sampaoli contaban con una plantilla de lujo, presumiblemente la mejor generación de futbolistas que el país sudamericano pudiese haber sacado; nombres como los de Alexis Sánchez o Arturo Vidal siempre a la cabeza de la escuadra, pero en el transcurso de este torneo saldría un héroe, conocido, pero no esperado.
El veterano Jorge Valdivia, arriba ya de las tres décadas de vida, como parte de la esencial base del conjunto dirigido por Bielsa en la Copa del Mundo de 2010 se mantenía en la plantilla como uno de los pilares esenciales del equipo, teniendo una cuota importante de responsabilidad en el equilibrio del centro del campo, pero entre sus capacidades y a criterio de este servidor, prescindible.
Sin embargo, en los seis partidos en los que La Roja mostró indudables falencias en el ataque por parte de sus estelares y en la defensa con aproximaciones constantes de los rivales sería el veterano Mago el que pondría orden, tranquilidad y felicidad en el banquillo y las gradas de Chile, que lo vieron hacer un trabajo espectacular como el enganche que tanto necesitaron para generar goles y romper líneas de contenciones, en el que indudablemente fue uno de los mejores meses en su carrera.
Campeones, airosos en casa ante las vicisitudes y la polémica, todo como por arte de magia.
Para esta complicada tarea los dirigidos por Sampaoli contaban con una plantilla de lujo, presumiblemente la mejor generación de futbolistas que el país sudamericano pudiese haber sacado; nombres como los de Alexis Sánchez o Arturo Vidal siempre a la cabeza de la escuadra, pero en el transcurso de este torneo saldría un héroe, conocido, pero no esperado.
Un héroe conocido, pero no esperado.
El veterano Jorge Valdivia, arriba ya de las tres décadas de vida, como parte de la esencial base del conjunto dirigido por Bielsa en la Copa del Mundo de 2010 se mantenía en la plantilla como uno de los pilares esenciales del equipo, teniendo una cuota importante de responsabilidad en el equilibrio del centro del campo, pero entre sus capacidades y a criterio de este servidor, prescindible.
Sin embargo, en los seis partidos en los que La Roja mostró indudables falencias en el ataque por parte de sus estelares y en la defensa con aproximaciones constantes de los rivales sería el veterano Mago el que pondría orden, tranquilidad y felicidad en el banquillo y las gradas de Chile, que lo vieron hacer un trabajo espectacular como el enganche que tanto necesitaron para generar goles y romper líneas de contenciones, en el que indudablemente fue uno de los mejores meses en su carrera.
Campeones, airosos en casa ante las vicisitudes y la polémica, todo como por arte de magia.