El alivio del debut

Cuando se habla de fútbol ruso, se habla de Stanislav Cherchesov. Portero figura en el Spartak Moscú por sus reflejos felinos y esa capacidad de disminuir en lo posible regalar rebotes tras sus atajadas. Entrenar ha sido una montaña de experiencias, pasando por ocho equipos entre ellos el Zhemchuzhina Sochi de segunda división en 2011, donde apenas duró media temporada tras disolverse el club por bancarrota. Bajo los tres palos jugó titular en el Mundial de 1994 y fue convocado para Corea-Japón siendo suplente de Ruslan Nigmatullin, famoso por convertirse en DJ de música electrónica luego de su retiro.

Tan pintoresco personaje evidentemente debía ser el encargado de cargar la batuta para la misión de que los suyos tuviesen una decorosa representación en el torneo que tendrían en casa. Sin embargo, lo sucedido en Copa Confederaciones y los últimos siete compromisos previos al Mundial dejaban una sensación más derrotista que cualquier otra cosa, en lo que todos concordaremos es inadmisible por aquellos lares, independientemente de en que rubro se trate. Por "fortuna", no les podía tocar rival más cómodo para arrancar que Arabia Saudita. 

Y el debut no pudo ser mejor. Los rusos impusieron condiciones sobre los saudíes sin mayores contratiempos, más por las deficientes muestras tácticas y técnicas del conjunto asiático que por cualquier otra cosa. El equipo estelar de Cherchesov apeló principalmente a sus ventajas físicas para sacar de competencia a un rival carente de ideas y completamente errático en conceptos básicos necesarios para un mínimo desarrollo de juego colectivo, el cual perdió la poca estabilidad que poseía con la salida de Otayf.

Arabia Saudita demostró muy pocos argumentos como para estar en un Mundial

Hubiese sido agradable poder hablar con tanto entusiasmo del partido inaugural como lo he venido haciendo el último tiempo, sin embargo este fue un compromiso que dejó más a la imaginación que la propia ceremonia inaugural. Evidentemente es un partido que en el factor anímico resulta vital para un equipo tan sumergido en la incertidumbre como el local, pero también será fundamental por el colchón de tantos conseguidos, a la espera de lo que hagan los rivales más complicados de este sector este viernes. Saber que jugadores como Denis Cherishev y Aleksandr Golovin pueden ser fundamentales para romper líneas ante equipos de mayor envergadura representan otro alivio, un alivio que solo podía ser posible en el debut.