Los que vivimos este deporte y los que no tanto al menos una vez en la vida escucharon hablar de él.
1926 no es una fecha muy cercana a nuestros días, la década de los 50's igualmente, pero sin temor a equivocarme con esta especulación, fueron los mejores años para el fútbol. El gran teatro del mundo venía de presentar una función tan grotesca como increíble que finalizó en 1945; todos los espectadores buscaban unir sus manos al unísono de algo que representara la más noble pero humana expresión del homo sapiens... El fútbol.
Los pocos recuerdos completos que tengo de Don Alfredo los tengo de alguien que tuvo la dicha de verlo en la cancha a menos de 10 metros de distancia, Dino Cardellicchio. Cada vez que Dino se refiere a Di Stéfano con hace con mucha nostalgia, lo recuerda como aquel potente delantero de cabellera rubia, que con mucha gracia sobaba la pelota en tiempos donde las entradas eran muy fuertes.
El camino de Di Stéfano en el fútbol fue mágico hasta más no poder. Todavía en la década de los 40's con La Máquina, Don Alfredo tuvo compañeros del tamaño de Pedernera, Muñoz, Moreno, Labruna y Loustau, siendo suplente del primero enlistado.
Luego en el Real Madrid, donde terminó de colocar su apellido en la historia del fútbol mundial. Kopa, Gento, Puskás y Rial, compañeros desde el césped del Bernabéu hasta el Olimpo del fútbol. Los dos equipos fueron una fantasía, una fantasía que nunca vimos, pero que parecen sacados de un cuento de hadas, el cual nuestros abuelos nos contaban antes de dormir, con la intención de plantarnos una idea para desarrollarla como sólo los sueños lo pueden hacer. Un héroe, el héro.
Todos, absolutamente todos tienen algo que decir con respecto a él, de la manera más profunda o más inocente, pero lo cierto es que Alfredo Di Stéfano marcó la historia del fútbol por su entrega, dedicación y sobretodo carisma. A pesar de nunca haberle visto jugar, debo agradecer a la vida por haber concebido al representante más puro del fútbol en su contexto inicial. Gracias por todo La Saeta, gracias rubio de Barracas, hasta luego.