Victorias personales

El 25 de octubre del 2019 fuimos testigos de una de las mayores goleadas en la historia de la Premier League. El Southampton recibió nueve goles por parte del Leicester City en Saint Mary's; resultado digno de un conjunto resignado a la condena de la vergüenza como del descenso y claro, una razón de bastante peso como para plantearse una inmediata destitución del entrenador. Personalmente somos muy de procesos y creyentes que las directrices con las cuales se deben guiar un club no pueden estar supeditadas a sucesos de un solo partido... pero es que un 0-9 espantaría a cualquiera.

¿Quién había sido el responsable de semejante ridículo? Ralf Hasenhüttl. El austriaco había llegado del hacía menos de un año en ese momento tras una muy destacable labor en el RB Leipzig con la misión de evitar el descenso para la temporada 2018/19 y lo consiguió sin sobrarle nada. Un hombre con sus credenciales y libreta de juego dan argumentos para pensar que pudiese estar en niveles superiores, pero los primeros exámenes ponían en tela de duda esta creencia, ni qué pensar luego de esta goleada.

Siguiendo a la razón por encima de lo que pudiesen pensar, los Saints confiaron en el estratega pese a la deshonra. De a poco y del la mano de un increíble Danny Ings, las cosas mejoraron drásticamente para la campaña pasada alcanzando la mitad de tabla y, finalmente, ser uno de los equipos revelaciones en la presente. Sin tener una plantilla espectacular como muchos de sus rivales de la Premier League, Hasenhüttl ha llevado a su equipo a ser uno de los más laboriosos hablando de ritmo y capacidad resolutiva en el último tercio de la cancha.

El encuentro de este lunes ante los Campeones de liga suponía un reto complicado para los locales, pero muy poco demoraron para ponerse arriba en el marcador a los dos minutos. Los santos vieron como se abría la cuenta con una definición por arriba de la humanidad de Allison, que solo para la fotografía podía posar. Ante la adversidad, los reds sucumbieron ante la presión y sobre todo en ataque cuya, donde la desesperación de la falta de goles previos se hicieron presente.

Llegó el final del partido y Ralf rompió a llorar. Aunque la temporada está lejos de terminar y que este encuentro signifique un título o una clasificación a competencias europeas, el austriaco logró sacarle puntos por primera vez en su carrera a Klopp, algo impensado hace unos meses apenas tomando en cuenta todo lo que hemos examinado arriba. Aunque pequeñas, todas las victorias personales son más que válidas para sentirse orgulloso.

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