De niño recuerdo los comentarios y anécdotas que se me hacían de la Torre de Babel; su relato se encuentra en el capítulo 11 del Génesis de La Santa Biblia.
La intención de estas primeras líneas no es dar una clase de cristianismo, de ninguna manera. Quiero presentar una inquietud con respecto a uno de los jugadores a los que más respeto le he tenido en todos mis 18 años de vida; quizá no por lo que pudo demostrar en su totalidad como futbolista, sino por algo que, realmente, no tengo una idea clara del porqué.
Ryan Babel como todo buen nacido en Ámsterdam tuvo una formación infantil y juvenil para ser parte del De Toekomst del Ajax. El polivalente delantero que brilló en las juveniles del equipo Gondenzonen desde el 2004 le valió para ser convocado para el Mundial 2006 y una inolvidable Euro Sub21 del 2007 con compañeros como Royston Drenthe, Otman Bakkal, Erik Pieters, Hedwiges Maduro entre otros.
Estas credenciales les permitierons perfilarse mucho para ser uno de las grandes promesas holandesas de cara a los próximos años. El valioso trabajo e innegable talento de quien empezó como el dorsal #49 su carrera de profesional lo llevaron al Liverpool inglés. Una cosa es brillar en Holanda y otra cosa es demostrarlo afuera. Si bien es cierto Babel no fue un jugador de muchos goles en el Ajax, pero un jugador que desbordaba de manera magistral, un hecho que a Rafa Benítez le interesó.
Sin duda Ryan metió la pata, dándole fin a su paso por el Liverpool en en 2010 después de 3 y medias temporadas. En el caso de la foto nadie lo acompañó, caminó solo. Un paso en Alemania para el olvido fue lo que vino después para la joya holandesa, que después de dos años sombríos y sin esperanzas para su carrera volvería a casa.
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Babel, de vuelta a casa 7 años después y con su número inicial |
De vuelta a casa no fue tan importante en el Tricampeonato del Ajax, pero daba mucha nostalgia verlo jugar y recordar aquel ambicioso y potente muchacho que debutó en la temporada 2003/2004. Es más, tanta nostalgia causó, por lo menos en mí, que el dorsal de mi camiseta del Ajax de la temporada 2012/2013 lleva su número (foto pendiente de publicar, la pueden encontrar en Instagram (@leoquinton)).
A sus 26 años toma un rumbo sin aspiraciones a volver a sus inicios como futbolista con capacidad para estar en la élite cuando ficha por el Kasimpasa turco. No es que quiera desmeritar a la liga turca, pero si no es el Fenerbace o Galatasaray hubiese sido mejor que permaneciese en el Ajax.
Muchos encontronazos he tenido con el nombre Ryan Babel desde que veo fútbol, tanto así que he llegado, y no lo voy a negar, a admirarlo. Quizá sea el hecho de que alguna vez me dio Follow en Twitter (...) o porque fue uno de los más grandes propectos holandeses del inicio del siglo XXI y no cuajó, sencillamente no cuajó cuando tuvo la oportunidad. Pero entonces me pongo a ver, ¿Será que no cuajó porque no se le dio la confianza necesaria para hacer las cosas bien? ¿Quizá actuaba como actuaba en los vestidores, frente a la luz pública porque nunca lo entendieron? Posiblemente necesitaba eso para manejar la presión que significa ser futbolista.
A tí, Ryan, te deseo lo mejor en Turquía, teniendo el total conocimiento que jamás serás el futbolista que aspiraste ser de joven; pero realmente no me importa, quiero creer que no te entendieron, que traer a colación el pasaje bíblico que habla del deseo de poder y de algo más de la gente fue tanta que al final su castigo fue que no se pudieran entender uno al otro. Sí, sencillamente te formaron una torre de esperanzas y deseos y tu apellido hizo el complemento al final.