Empujar las debilidades


Lo sé, lo volví a hacer. Deberán excusarme por el prolongado tiempo de ausencia, honestamente fue tiempo bastante bien invertido que, sin extenderme en los detalles del mismo, me han servido en la búsqueda del camino a seguir en los próximos meses de vida. Con picazón en los dedos por volver a escribir, sin lugar a dudas la ocasión que se presenta ahora mismo es la más propicia para regresar al engramado digital: el inicio de la vuelta de los octavos de final de la Champions. Primero que nada, pido disculpas por el tema del Fantasy que no se llevó a cabo, entre mi ausentismo y la falta de quorum para realizar el mismo, dejaremos esta dinámica para posteriores oportunidades, en las cuales no les quepa la menor duda, se realizarán sin mayores contratiempos.

Hoy será el desenlace de dos de las ocho llaves de esta ronda, pero descartando lógicamente cualquier posibilidad del Arsenal para remontarle al Bayern, centrémonos en lo que el engramado del San Paolo presenciará en las próximas horas. Salvo por el estadio de la Juventus, pocas canchas italianas han tenido oportunidades recientes de albergar partidos de vital relevancia en la competencia predilecta del fútbol a nivel de clubes, aunque sea en una fase ciertamente prematura todavía. Al sur de Italia se respira fútbol y nada mejor que un partido de vuelta en una ronda de eliminación directa para sacar a flor de piel todas las sensaciones que sólamente este deporte puede generar.

Empuje de casa

El Napoli vivió su fase de grupos a todo dar sin lugar a dudas. Tras superar en el camino al Besiktas y Benfica, un liderato aseguraba cerrar su participación en la siguiente ronda con un partido en casa, independientemente de quién fuera su rival. De manera desafortunada, el Campeón defensor del torneo finalizó segundo de su respectivo grupo y quedó emparejado con un equipo que veía desde el sorteo como sus aspiraciones de llegar lejos en el torneo internacional se reducían sustancialmente. Ante la adversidad, hay una realidad en el fútbol, que no siempre se cumple, pero que aplica en todas partes: si quieres ser el mejor, debes ganarle a los mejores. 

Con esa premisa llegaron al partido de ida, pero poco demostraron los pupilos de Maurizio Sarri para hacerse dar a respetar en el Bernabéu. Más allá de arrancar el partido adelante en el marcador, la fragilidad de la defensa quedó evidenciada debido a la displicencia con la que se realizaban las marcas, así como la lentitud con la que aplicaban las mismas y claro, la indiscutible superioridad del conjunto de la capital española. Fueron superados de cabo a rabo en este compromiso, siendo muy permisivos tanto en posesión como en distancias de cobertura, factores que no se pueden descuidar ante la calidad de rival que tenían enfrente. El temor al equipo grande lo terminó pagando muy caro el cuadro napolitano.

El regreso de Allan pareciera ser fundamental en el orden napolitano
Ahora en casa la historia debe ser otra si aspiran a superar esta fase. El gol de Lorenzo Insigne deja una ventana de posibilidades bastante buena de posibilidades en un partido el cual se espera sea bastante distinto al primero apelando primeramente a un factor que se siente profundamente: el estadio. La escuadra de Sarri apela al factor afición de cara a la guerra psicológica que primeramente deberá enfrentar el monarca actual del título. Más allá de eso, el regreso de Allan y su posibilidad de tener minutos permite a uno asumir que se presentará un mayor orden en cuanto a la coordinación entre la defensa y la línea del medio en cuanto a ayudas con la cobertura. Aunque no parezca complicada la remontada, los italianos tienen argumentos suficientes para al menos anotarle a Keylor Navas, dada la explosividad del tridente Insigne-Mertens-Callejón, los cuales difícilmente darán cabida a Arek Milik, dado el tipo de partido que se espera presenten.

Saber empujar

Se ve difícil que las dudas respecto al nivel y hasta calidad de juego que presenta el Real Madrid en la presente temporada se disipen, aunque los resultados, los más importantes, todavía no dejan de llegar para el conjunto blanco. Esta dinámica de la irregularidad se ha venido presentando en el equipo desde la mitad de la temporada anterior, pero la diferencia ha sido que en la actual campaña las cosas se le han complicado un poco al equipo de Madrid. Empezando con haber finalizado segundos de su sector en la fase de grupos, algo que no sucedía desde hacía mucho tiempo y claro, bastante atípico para la categoría de esta institución, no ha habido una claridad de realmente cómo solucionar el problema. La fortuna les sonrió cuando el sorteo revelaba que el rival en la ronda de 16 sería el Napoli, un hueso duro de roer pero que claramente entra en la categoría de superable.

En el Santiago Bernabéu los locales no tuvieron problemas en derrotar a sus rivales. Un gol en contra bastante temprano encendía las alarmas en el banquillo de Zinedine Zidane, pero con el pasar de los minutos la normalidad abarcó el desarrollo del partido. Con el dominio de la pelota, Casemiro y Modric hilaron poco a poco todo el funcionamiento de los merengues, en parte gracias a la falta de presión en el sector medular que realizaba el rival; con espacios habilitaban sin dificultades a los jugadores de banda, que se hicieron un verdadero banquete ante la lenta defensa rival. Tres goles a uno, que con el último gol del contención brasilero, permiten al equipo capitalino llegar a la vuelta con un poco de seguridad.


Para el Madrid jugar en Italia nunca ha sido fácil. Los números no son buenos cada vez que el Campeón defensor se aventura en la tierra de sus vecinos del este, pero su más reciente aventura dejó una victoria ante la Roma, en la misma ronda pero de la campaña pasada. Este equipo apelará a la velocidad con la que puedan desbordar sus extremos, confiando en que los espacios se irán dando conforme pasen los minutos, resquicios lógicos entendiendo que el equipo local será el que tenga que hacer el gasto para encontrar los dos goles necesarios para clasificar a la siguiente ronda de la competencia. Se ve como claro candidato a avanzar el equipo español, pero será fundamental ver cómo estos equipos se valdrán del empuje que tengan de sus errores y debilidades en un partido que sin lugar a dudas tendrá o por lo menos se espera, tenga varios goles.
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