Ésta publicación la tenía pendiente de hace bastante tiempo, no lo voy a negar. El ocio y las responsabilidades me apartaron de la posibilidad de llevarles mi impresión de lo que fue un partido preparatorio de la selección de España. Este juego se disputó en los meses finales del pasado 2012. Empezaré como tenía previsto hacerlo hacen ya bastante tiempo:
Panamá entró en los titulares del mundo futbolístico el día que se hizo oficial el acuerdo para que la selección de España jugase en fecha FIFA un amistoso contra ''La Marea Roja'' en el Rommel Fernández.
Si les soy sincero, mi escepticismo con respecto a este partido era inmenso.
Compromisos ''laborales'' finalmente terminaron empujándome al estadio, y siendo sincero, desaprovechar la oportunidad de ver al Campeón del Mundo en vivo hubiese sido muy insensato. Afortunadamente, no me arrepentí de tal decisión.
Cesc Fábregas previo a este partido comentaba algo en lo que totalmente pude concordar con él, ya que jugar ante Panamá no le haría ningún beneficio a España. Muchos lo tomaron como una ofensa a nuestra selección pero no, él se refería al desgaste que representa montarse en un avión para realizar un viaje de más de 10 horas luego de un año pesado para España, recordando que venían de ser ganadores de la Euro. ¿Qué gana España con jugar ante Panamá? ¿Qué aprende Panamá al enfrentarse a un equipo notablemente superior? Además de lo monetario obviamente... Sí, la respuesta es NADA, en lo deportivo no aporta nada porque España no se mediría a un equipo que realmente fuese termómetro para ellos, y Panamá por su parte no aprendería ni le serviría de nada desmoralizarse ante una esperada derrota abultada.
Pero bueno, finalmente terminé asistiendo, y vaya que no me arrepiento...
En un estadio con más de un espacio vacío, por los considerables costos que tenían los boletos para el encuentro, España visitaba a Panamá. La ilusión de ver a jugadores de primer nivel en nuestro país sin duda alguna fue un sueño hecho realidad: Víctor Valdés, Sergio Ramos, Javi Martínez, Juan Mata, Pedro, David Villa, etc, etc.
Entre tanto nombre siempre destaca alguien. Para este partido fue alguien más que conocido para los ojos de este servidor que en ese momento recién tenía 18 años de vida. Les debo confesar que mi relación de aficionado/comentarista/analista-jugador con él nunca fue buena, principalmente por haber anotado el gol decisivo en la Final del Mundial ante Holanda en el 2010. Sí, nunca me simpatizó Andrés Iniesta, bueno, hasta ese día en el Rommel.
Por encima de los goles y el esperado abrumador dominio visitante, ver la figura de Iniesta en la cancha es algo casi que indescriptible. Sus movimientos por la banda izquierda, su elegancia para bajar al centro de la cancha y mover los hilos del equipo español, realmente impactante.
Hablar de Iniesta tomó un nuevo sentido para mí luego de ese partido, un jugador con tantos recursos futbolísticos no se le encuentra en cualquier lado. Por eso, veo en la actualidad el bajo nivel por el que pasa y me sorprende, me sorprende que tal mago pueda sufrir como un mortal común y corriente, algo que entristece y motiva a la vez, porque él es una muestra de que la magia dentro de la cancha la puede hacer cualquiera que se lo proponga.
Sí, en la noche de que Iker Casillas entró con un standing ovation a la cancha, en la que Gavilán Gómez le anotó un penal a lo Panenka al superportero del Real Madrid, yo me quedo con la imagen de un gigante del fútbol, de los mejores futbolistas que veré jugar en toda mi vida. Sí, vi jugar a Iniesta.
Cesc Fábregas previo a este partido comentaba algo en lo que totalmente pude concordar con él, ya que jugar ante Panamá no le haría ningún beneficio a España. Muchos lo tomaron como una ofensa a nuestra selección pero no, él se refería al desgaste que representa montarse en un avión para realizar un viaje de más de 10 horas luego de un año pesado para España, recordando que venían de ser ganadores de la Euro. ¿Qué gana España con jugar ante Panamá? ¿Qué aprende Panamá al enfrentarse a un equipo notablemente superior? Además de lo monetario obviamente... Sí, la respuesta es NADA, en lo deportivo no aporta nada porque España no se mediría a un equipo que realmente fuese termómetro para ellos, y Panamá por su parte no aprendería ni le serviría de nada desmoralizarse ante una esperada derrota abultada.
Pero bueno, finalmente terminé asistiendo, y vaya que no me arrepiento...
En un estadio con más de un espacio vacío, por los considerables costos que tenían los boletos para el encuentro, España visitaba a Panamá. La ilusión de ver a jugadores de primer nivel en nuestro país sin duda alguna fue un sueño hecho realidad: Víctor Valdés, Sergio Ramos, Javi Martínez, Juan Mata, Pedro, David Villa, etc, etc.
Entre tanto nombre siempre destaca alguien. Para este partido fue alguien más que conocido para los ojos de este servidor que en ese momento recién tenía 18 años de vida. Les debo confesar que mi relación de aficionado/comentarista/analista-jugador con él nunca fue buena, principalmente por haber anotado el gol decisivo en la Final del Mundial ante Holanda en el 2010. Sí, nunca me simpatizó Andrés Iniesta, bueno, hasta ese día en el Rommel.
Por encima de los goles y el esperado abrumador dominio visitante, ver la figura de Iniesta en la cancha es algo casi que indescriptible. Sus movimientos por la banda izquierda, su elegancia para bajar al centro de la cancha y mover los hilos del equipo español, realmente impactante.
Hablar de Iniesta tomó un nuevo sentido para mí luego de ese partido, un jugador con tantos recursos futbolísticos no se le encuentra en cualquier lado. Por eso, veo en la actualidad el bajo nivel por el que pasa y me sorprende, me sorprende que tal mago pueda sufrir como un mortal común y corriente, algo que entristece y motiva a la vez, porque él es una muestra de que la magia dentro de la cancha la puede hacer cualquiera que se lo proponga.
Sí, en la noche de que Iker Casillas entró con un standing ovation a la cancha, en la que Gavilán Gómez le anotó un penal a lo Panenka al superportero del Real Madrid, yo me quedo con la imagen de un gigante del fútbol, de los mejores futbolistas que veré jugar en toda mi vida. Sí, vi jugar a Iniesta.