La fiscal Marta Durántez ha alzado la voz contra la revictimización de Jenni Hermoso durante el juicio contra Luis Rubiales por el beso "no consentido" tras el Mundial de 2023. En su alegato final, cuestionó la exigencia de comportamientos "heroicos" a las víctimas de agresión sexual y denunció la presión mediática y judicial sobre la jugadora.
Durántez mantuvo su petición de dos años y medio de prisión para el expresidente de la RFEF, afirmando que "no hay duda razonable" sobre la falta de consentimiento en el beso. La fiscal recordó que la jurisprudencia ya ha condenado casos similares, enfatizando que "un beso robado atenta contra la libertad de la mujer de decidir con quién besarse".
Además, rechazó la defensa de Rubiales, que presentó una pericial en lectura de labios asegurando que Hermoso aceptó el beso. "No hubo consentimiento, no hubo pregunta, no hubo respuesta", insistió Durántez, subrayando que el acto fue "sorpresivo, inesperado y sin posibilidad de reacción". También cuestionó los argumentos sobre la actitud posterior de la jugadora: "¿Qué querían que hiciera? ¿Que le empujara? ¿Que le insultara? ¿Se le puede exigir esto a la víctima?"
La fiscal denunció que, en pleno 2025, aún se someta a las víctimas a un escrutinio injusto, señalando que incluso tuvo que preguntarle a Hermoso "por qué se reía" tras el partido. "Me veo obligada a revictimizar una y otra vez a la que ya fue víctima", lamentó.
Finalmente, Durántez subrayó la desigualdad de poder en el caso: "Estamos ante una jugadora enfrentada a una Federación con un presidente que mandaba todo". Aseguró que la pena solicitada es la mínima posible, pero necesaria para hacer justicia.
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