Bergkamp le cambió la vida a un niño

¿Me extrañaban? ¿No, verdad? Bueno, déjenme decirles que yo sí a ustedes. A pesar de que las emociones no sean recíprocas yo quiero compartir con ustedes siempre, por variados medios, pero mi intención es compartir. Para estas fiestas les dejo un artículo que he elaborado para VAVEL sobre mi primera experiencia con el fútbol, el primer recuerdo que tengo, la razón por la cual veo el fútbol. Ese será mi regalo para ustedes, porque la navidad es compartir, de manera material, emocional, etc, etc. Espero lo disfruten mucho.

Siendo mis más sinceros deseos, ¡Feliz Navidad!

En el momento en que Bergkamp se tapaba la cara de la alegría, el niño abría cada vez más los ojos para presenciar semejante jugada. (Foto: sabotagetimes.com)

Diversas afirmaciones experimentadas a lo largo de los años sostienen la teoría de que el ser humano no recuerdo sucesos importantes dentro de sus primeros cinco años de vida; si algo importante sucedió en esos años, una persona difícilmente lo recordará en años posteriores. Esto es algo curioso, ya que en lo personal conozco la historia de alguien muy cercano que tiene un recuerdo imborrable que data desde sus años en pañales. En un día tan especial como este considero que les interesará muchísimo.

El 4 de julio en Marsella se jugaba el partido de Cuartos de Final de la Copa del Mundo 1998 entre Argentina y Holanda. La hora del encuentro no la recuerdo con exactitud, tampoco es que tenga una memoria fotográfica ni nada por el estilo, pero sí recuerdo que ese encuentro lo estaba viendo un niño de 3 años y su hermano de 12, desde un apartamento en Calidonia, Panamá. Mientras esperaban a que mamá llegara del trabajo, el fútbol era la mejor alternativa para pasar el rato, y vaya manera de pasar el rato.

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